Durante años, algunos estudios científicos han demostrado que los seres humanos responden más positivamente a las personas hermosas. Nos gustan, confiamos y las valoramos más. Las personas atractivas, se nos ha dicho una y otra vez, obtienen mejores trabajos, reciben un salario más alto y tienen una vida más fácil. Evolutivamente hablando, la gente bonita gana.
Y aunque todo esto sigue siendo cierto, un nuevo estudio reveló que a los más feos tampoco les va tan mal e incluso pueden hasta tener una ventaja. Un artículo reciente publicado en el Journal of Business and Psychology dedujo, a pesar del pensamiento convencional, que las personas bonitas no tienen todo el poder. En una encuesta a empleados, aquellos calificados como “muy poco atractivos” devengaron más que cualquier otra categoría, incluyendo a quienes fueron considerados “más atractivos”. Esta “fealdad premium” significó que el 3% menos atractivo de la población ganó un 50% más que aquellos que son sólo un poco feos o simplemente están en el promedio.
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Tú podrías argumentar: pero, ¿no está la belleza en el ojo de quien mira? Puede que así sea, pero también puede ser que no. Los investigadores también escribieron que “se sabe que las clasificaciones del atractivo físico hechas por humanos están altamente correlacionadas con las medidas de simetría facial bilateral de un programa de computadora y son intersubjetivamente estables”.
Los autores del estudio tenían algunas reflexiones acerca de por qué sucedía esto. Una de las teorías sugirió que los muy feos simplemente eran más inteligentes o mejor educados que sus homólogos relativamente más atractivos. Pero otros estudios demuestran un vínculo entre la inteligencia y el atractivo.
Mi opinión: la “fealdad premium” tiene que ver con la tendencia humana a favorecer a los que tienen las de perder, una tendencia especialmente evidente entre las mujeres. Y no es un acto noble. En vez de eso, es una forma de sexismo intra-género o un evidencia clara y preocupante de la misoginia femenina.
Las mujeres tienen un deseo inherente de frenar a otras mujeres, especialmente a aquellas que perciben como más bonitas, más elegantes o más ricas. Esta es una forma de auto-preservación. Menos puntos en la parte superior (de cualquier escala que las mujeres buscan subir) han resultado en una campaña para limitar a aquellas que realmente puedan competir. Recompensar lo feo, lo no amenazante, es una forma de mantener en la parte baja a las mujeres más amenazantes.