Tras conducir los Oscar en nueve ocasiones, Billy Crystal no descartaría hacerlo una décima vez. Pero el actor de 72 años preferiría que le den más atención a su película independiente de bajo presupuesto “Standing Up, Falling Down” (“Levantarse y caer”). ¿Quizá incluso una nominación a los Premios de la Academia?
“Si sucediera, sería increíble. Estoy realmente emocionado de tan solo ser parte de la conversación y no sólo por, ‘hey, ¿volverías como anfitrión?’”, dijo Crystal.
En la película, que se estrenó en febrero de 2020, Crystal interpreta a un dermatólogo alcohólico que se hace amigo de un comediante treintañero que pasa por una mala racha, interpretado por Ben Schwartz. Crystal también es productor ejecutivo de la cinta, que se filmó en su ciudad de infancia, Long Beach, Nueva York. Una escena clave transcurre en el templo donde se casó en 1970.
Después de protagonizar clásicos de Hollywood como “City Slickers” (“Perdidos en el oeste”) y “When Harry Met Sally” (“Cuando Harry encontró a Sally…”), Crystal bromea que su más reciente proyecto era un poco más pequeño. “Mi personaje es Marty, sin apellido, así de pequeño era el presupuesto. Ni siquiera nos alcanzaba para darle un apellido”, dijo.
En una entrevista vía Zoom con The Associated Press, el actor ganador del Emmy habló de sus raíces, su historia como anfitrión de los Oscar y el regreso a su ciudad para filmar. Las respuestas fueron editadas para mayor brevedad y claridad.
AP: ¿Le trajo recuerdos de infancia volver a Long Beach para rodar “Standing Up, Falling Down”?
CRYSTAL: Un día cuando estaba en la silla de maquillaje para la película, estaba sentado en un pequeño espacio improvisado que teníamos porque no había camerinos, sin duda nos llegamos a cambiar en el auto. Nos cambiábamos en el baño si estábamos filmando en un restaurante o un bar. Y estaba ahí sentado poniéndome cosas en la cara y el olor del maquillaje y el polvo era exactamente el mismo que recordaba de una obra de teatro que hice en tercero de primaria. Y (recuerdo) lo emocionado que estaba de que los padres estuvieran ahí afuera y que hubiera público al otro lado del telón. Me moría de ganas de salir. He estado enganchado a eso desde que era niño.
AP: Su actuación ha sido celebrada. Ahora que viene la temporada de premios, ¿es algo en lo que ha pensado?
CRYSTAL: Debo admitir que el solo hecho de ser parte de la conversación y ser mencionado es muy agradable. El que eso pase o no es una posibilidad tan remota. Pero es muy satisfactorio, debo decir. Simplemente quiero que la gente vea la película porque es una pequeña gigante que no tuvo presupuesto para publicidad.
AP: Ha hecho tanto en su carrera, desde standup hasta grandes películas, dirigir y actuar en Broadway. ¿Cuándo supo que esto era lo que quería hacer?
CRYSTAL: Cuando tenía 4 o 5 años me paraba frente a mi familia con mis dos hermanos y memorizábamos las rutinas de Carl Reiner y Sid Caesar y Howie Morris y las hacíamos. No pensábamos que estuviésemos plagiando. No sabíamos. Simplemente nos encantaban y fueron una gran influencia en nosotros. Después yo hacía mis propias cosas e imitaba a mis parientes porque sus acentos eran interesantes. Eran personajes maravillosos, familiares de Europa del Este y Rusia con caras y sonidos geniales. Ellos eran muy alegres y les encantaba reír y que los entretuviéramos. Y a mí me encantaba entretenerlos. Simplemente continué haciendo eso.
AP: ¿Lo ayudó su temprana afición por entretener en sus muchas presentaciones del Oscar?
CRYSTAL: Honestamente, no se sentía muy diferente, excepto porque el mundo te estaba viendo. Realmente uno tiene que querer estar ahí y ser ese tipo o esa persona que cumple el papel de maestro de ceremonias. Le puse mi propio sello y eso fue divertido. Me la pasé bien. Y fue un paso adelante porque estaba en un empezando en 1990, es decir, “Harry and Sally” recién había salido y antes de eso “Throw Momma from the Train” (“Tira a mamá del tren”). Me había ganado el lugar en el que me encontraba como miembro de la industria cinematográfica. Así que cuando salí, tenía más credibilidad como miembro de la comunidad. Me gustaba que era capaz de burlarme de eso y respetarlo al mismo tiempo. Esos primeros años haciendo la ceremonia de premios fueron maravillosamente emocionantes y satisfactorios.
AP: Este año los Oscar probablemente no tendrán público presencial. El año pasado no tuvieron anfitrión. ¿Qué espera que suceda?
CRYSTAL: Sí, está muy difícil. Me pareció que hicieron un muy buen trabajo con los Emmy virtuales. Jimmy Kimmel hizo un trabajo maravilloso. La condición en que estamos es tan terrible, así que cualquier tipo de entretenimiento que podamos darle a la gente para aligerar el dolor es muy importante. Creo que si el show puede encontrar la manera de hacer eso y hacerlo bien y realmente celebrar parte del trabajo y parte del espectáculo, está bien. Pero creo que uno de los años que fui anfitrión, estábamos en una mala recesión y la economía estaba terrible y dije (en chiste como parte de mi monólogo): “Esto es lo que queremos ver, millonarios dándose unos a otros estatuillas de oro”. Así que creo que tenemos que encontrar realmente la forma correcta de hacerlo.
AP: Si se lo pidieran, ¿lo volvería a hacer?
CRYSTAL: Oh, sabía hacia dónde ibas tan pronto llegamos aquí, sentí un poco de frío. No lo sé. No lo sé. Tendremos que ver. No lo sé. No sé si me lo pedirían. Eso sería algo muy difícil de considerar, pero ya veremos.