Con el dineral que le costó y el poco éxito que obtuvo, incluido su divorcio de Kim Kardashian, Kanye West (43 años) seguro que ahora se arrepiente de no haber hecho una mejor campaña en su carrera hacia la Casa Blanca, que fue ciertamente desconcertante. El rapero tiró de su bolsillo para alcanzar la presidencia de Estados Unidos y se gastó nada menos que 11 millones de euros en su campaña electoral.
De esta cifra, más de 10 millones salieron de sus cuentas corrientes, según informa la revista People. El rapero consiguió recaudar otros 1,65 millones para la carrera hacia la Casa Blanca, por lo que en total dispuso de unos 12 millones de euros para lograr su sueño presidencial. Mucho dinero para un magro resultado electoral, ya que en los comicios, celebrados el pasado 3 de noviembre, sólo logró 66.000 votos en todo el país, según las cifras dela Comisión Electoral Federal.
El rapero lanzó su polémica campaña electoral el pasado 4 de julio. Bautizó su proyecto Birthday Party (partido cumpleaños), pero sólo cumplió con los requisitos necesarios para que su nombre se imprimiera en las papeletas en una docena de los cincuenta estados. West destinó más de 6 millones de euros para conseguir que su nombre apareciera en las papeletas, incluido un millón en pagos a Atlas Stategy Group, una compañía propiedad del estratega republicano Gregg Keller, que se cree lideró la exitosa campaña electoral de Donald Trump del 2016. Al final no logró recaudar las decenas de miles de firmas para ser incluido como candidato presidencial en todos los estados.