La familia real británica digería el lunes las declaraciones de una inusual entrevista en televisión al príncipe Enrique y la duquesa de Sussex, en la que la pareja dijo haber encontrado actitudes racistas y una falta de apoyo que provocó pensamientos suicidas a Meghan.
La pareja hizo una descripción poco favorecedora de la vida en la casa real, mostrada como una institución fría y falta de empatía de la que tuvieron que escapar para salvar sus vidas.
Meghan dijo a Oprah Winfrey que en un momento dado, “Simplemente ya no quería vivir” y tenía pensamientos suicidas incontrolables. Dijo haber buscado ayuda a través del departamento de recursos humanos de palacio, pero le dijeron que no podían hacer nada.
Aunque la mayoría de la gente en Gran Bretaña aún no ha visto la entrevista, que se emite allí el lunes por la noche, el grupo antimonárquico Republic dijo que la entrevista de Winfrey muestra con más claridad cómo es la familia real, y no es una imagen agradable.
“Ya sea por el bien de Gran Bretaña o por el bien de los miembros más jóvenes de la familia real, esta institución podrida tiene que acabarse”, dijo Graham Smith, del grupo activista.
“Algunas personas dirán ‘bueno, claro que usted diría eso’, pero esta entrevista sólo ha servido para subrayar lo que mucha gente sabe desde hace años: la monarquía está podrida hasta el fondo y no refleja los valores británicos”.
En la reveladora entrevista, Meghan, de 39 años, admitió haber sido ingenua al inicio de su relación con Enrique y que estaba poco preparada para las restricciones de la vida en la familia real.
Meghan, que se identifica como birracial, describió cómo, cuando estaba embarazada de su hijo Archie, hubo ‘preocupaciones y conversaciones sobre qué tan oscura sería su piel al momento de nacer”.
Enrique confirmó esa conversación, y dijo: “Me quedé un poco conmocionado”. Dijo que no aclararía quién hizo el comentario.
Enrique, príncipe desde que nació, describió cómo la experiencia de su esposa le ayudó a darse cuenta de cómo él y el resto de la familia estaban atrapados en una institución opresiva.
“Estaba atrapado, pero no sabía que estaba atrapado”, declaró. “Mi padre y mi hermano, están atrapados”.
Meghan, dijo, “me salvó”.
Esa generación de la familia real, a la que pertenecen Enrique, Meghan, el príncipe Guillermo, y la esposa de Guillermo, Catalina, ha hecho de las campañas de concienciación sobre salud mental una de sus prioridades. Pero Enrique describió a una familia real totalmente incapaz de ofrecer ese apoyo a sus miembros.
“Para la familia, tienen mucho esta mentalidad de ‘Esto es así, así es como debe ser, no puedes cambiarlo, todos hemos pasado por ello’”, dijo Enrique.
Las declaraciones provocaron muestras de apoyo en Estados Unidos, donde se emitió el domingo por la noche la entrevista. Estaba previsto que se emitiera más tarde el lunes en Gran Bretaña, donde algunas personas ven a Meghan y Enrique como una pareja que puso su felicidad personal por delante del deber público.
La estrella del tenis Serena Williams, amiga personal y que asistió a la boda de Enrique y Meghan, escribió en Twitter que las palabras de la duquesa “muestran el dolor y la crueldad que ha experimentado”.
“Las consecuencias para la salud mental de la opresión sistémica y la victimización son devastadoras, aislantes y con demasiada frecuencia, letales”, dijo Williams.
La actriz estadounidense Meghan Markle, que aparecía en la serie de abogados “Suits”, se casó con Enrique, nieto de la reina Isabel II, en el Castillo de Windsor en mayo de 2018. Su hijo, Archie, nació al año siguiente.
La pareja anunció a principios de 2020 que dejarían sus tareas reales y se mudarían a Norteamérica debido a lo que describieron como intrusiones insoportables y actitudes racistas de los medios británicos.
Se han instalado en Santa Bárbara, California, y hablaron con Winfrey desde su casa en la acomodada zona de Montecito.
Enrique dijo haber vivido con el temor a repetir el destino de su madre, la princesa Diana, que sufrió una cobertura constante de la prensa y murió en un accidente de tráfico en París en 1997 cuando era perseguida por paparazzi.
“Lo que estaba viendo era la historia repitiéndose, pero definitivamente mucho más peligrosa, porque entonces sumas la raza, y sumas los medios sociales”, dijo Harry.
Ambos elogiaron el apoyo recibido por la reina Isabel II, abuela de Enrique.
“La reina siempre ha sido maravillosa conmigo”, afirmó la duquesa.
Sin embargo, Enrique reveló que ahora tiene una mala relación con su hermano, Guillermo, y dijo que la relación con su padre había empeorado tanto que en un momento dado el príncipe Carlos dejó de responder a sus llamadas.
“Hay mucho trabajo que hacer aquí”, dijo Enrique sobre su relación con su padre. “Me siento muy decepcionado. Él ha pasado por algo similar. Sabe lo que es el dolor. Y Archie es su nieto. Siempre le querré, pero hay mucho dolor en lo que ha ocurrido”.
En uno de los pocos momentos positivos de la entrevista, Enrique y Meghan revelaron que el bebé que esperan para el verano es una niña.