La muerte por disparos de unos agentes policiales de una pareja de esposos ha conmovido a la sociedad dominicana. Es difícil entender cómo pueden ocurrir todavía abusos tan deplorables. Un crimen que asusta por las circunstancias en la que ocurrió y que conmueve por las circunstancias personales de los fallecidos.
La policía es cuestionada periódicamente por unos métodos que revelan poca preparación, inadecuado manejo de las situaciones. A eso se unen los escándalos en que se ve envuelto el cuerpo cuando agentes son detenidos por casos de narcotráfico o robos.
En este contexto, cabe preguntarse si medidas como la compra de armas en manos de la población puede atenuar el problema de la inseguridad ciudadana o si los planes de reforma pueden tener éxito si no son más contundentes y profundos que los enunciados recientemente.
El presidente de la República ha sido enfático en advertir que este crimen no quedará impune. El país está escandalizado y espera del director de la Policía y el ministro de Interior una respuesta adecuada a lo ocurrido.