La prensa libre de Venezuela ha sido acosada y estrangulada económicamente desde que Chávez subió al poder. Maduro, como heredero del régimen, ha terminado por asfixiar la libertad de expresión y prensa que quedaba.
Ahora le ha tocado el turno a El Nacional, periódico fundado en 1943, que ha sido embargado por el oficialismo como parte de una indemnización de más de 13 millones de dólares al número dos del chavismo, Diosdado Cabello. Este demandó al medio por replicar una publicación del ABC de España sobre una investigación que vinculaba al político con el narcotráfico.
La prensa de todo el continente debe mirar lo que ocurre en Venezuela. Sin prensa libre, la democracia venezolana tiene pocas posibilidades.
En el informe semestral de libertad de prensa sobre Venezuela, publicado en abril pasado, la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, advirtió que “sigue en el mismo nivel crítico de los últimos años. Se trata de una dictadura implacable que considera al periodismo independiente como un enemigo permanente”.