Aparentes diferencias sobre cómo manejar las nuevas disposiciones aplicables a los extranjeros que permanecen en el país ilegalmente podrían ser interpretadas como una división de opiniones a lo interno del Gobierno.
Las cifras que muestra el Gobierno sobre el costo hospitalario en las maternidades que atienden a parturientas haitianas es suficientemente contundente como para convencer a la comunidad internacional y al gobierno haitiano de la necesidad de un hospital adecuado de aquel lado de la frontera.
Cualquier manifestación de desacuerdo se va a interpretar como una grieta. El Gobierno ha recibido el respaldo incluso de la oposición a las medidas adoptadas. El tema de las mujeres y los niños, se dijo desde el principio, iba a ser muy delicado de manejar.
La crisis haitiana no va a ser corta ni fácil. A pesar de las palabras de apoyo recibidas en escenarios internacionales, es muy alto el riesgo de que la comunidad internacional se desentienda del problema y como en otras ocasiones, entienda que República Dominicana debe asumir una cuota mayor de la que le corresponda en la solución del problema.