Cuando Río de Janeiro dio inicio a sus festividades por el Carnaval el sábado, un centenar de perros ladraron y movieron sus colas al ritmo de la samba mientras desfilaban ante los amantes de las mascotas en un concurso de disfraces caninos.
El “Blocao” —un término que combina “bloco”, en referencia a las fiestas callejeras por el Carnaval, y “cao”, o perro en portugués— atrajo a unas 300 personas a Barra da Tijuca, un suburbio de Río de Janeiro.
Los disfraces de perros iban desde hadas y superhéroes hasta payasos y personajes de dibujos animados.
Edson Chianca, de 36 años, llevó al desfile a su perra de 12 años de edad, llamada Saori, disfrazada de Minnie Mouse. Se disfrazó igual a su mascota para ir combinados.
“Es una gran iniciativa, es una buena oportunidad para que las mascotas socialicen”, dijo Chianca.
Mari Jordão, de 52 años, ha asistido al evento Blocao desde 2014. Los dueños “necesitan ser cuidadosos, traer agua y cargar a su perro si el pavimento está demasiado caliente”, comentó.