Pregunta: Hola Dra. Simó, soy un joven de 32 años y desde jovencito me gustaba masturbarme, pero mi mamá siempre me decía que eso era del diablo y que no podía hacerlo. Por muchos años me sentí en pecado porque lo seguía haciendo y ahora me siento muy culpable cuando lo hago, pero realmente prefiero eso a estar saltando de mujer en mujer. ¿Qué usted opina?
Respuesta: La auto estimulación es una práctica que comienza a realizarse muchas veces desde la preadolescencia con el fin de descubrir el placer que produce al tocarnos. En muchas culturas es vista como algo pecaminoso y los terapeutas no somos quien para criticar la forma en cómo cada persona lo ve.
Ahora bien, fíjate que la creencia que fue desarrollada en tu hogar le da una connotación diabólica, la cual ha creado una sensación de culpa que no permite que te sientas bien contigo mismo.
El trabajo del experto es explicar desde la base científica que el tocarnos para conocer nuestro cuerpo y aprender cómo este se estimula no lo vemos como algo malo, más bien es una práctica que ayuda al descubrimiento del placer y de cómo nos sentimos cómodos en la intimidad.
Para el sexólogo es una herramienta, siempre y cuando lo hagas en la privacidad de tu hogar, donde no involucres a niños ni personas vulnerables y donde no se convierta en una acción que impida que te desarrolles en otros ámbitos, pues estaríamos hablando de una adición.